En la Costa Dorada hay un rincón donde el tiempo se estira como las olas del mar. Allí las horas pasan como minutos, los días se confunden con las noches, y siempre queda la sensación de que marcharse es demasiado pronto. Ese lugar se llama INFINITUM, un resort donde la experiencia no solo se mide en lujo y gastronomía, sino también en esa sensación de infinito que regala el Mediterráneo.
El nombre no es casual. Remite a esa línea donde el cielo se funde con el mar, a la calma que invita a detener el tiempo. El proyecto combina arquitectura e ingeniería al servicio del medio ambiente. El resultado son viviendas sostenibles, integradas en la naturaleza y con acabados de alta calidad, que conviven con espacios de ocio y descanso diseñados para vivir como si las vacaciones no tuvieran fin.
Flamma: brasas que nunca se apagan
En este entorno, el Beach Club —galardonado tres veces como el mejor de Europa— se convierte en escenario de la nueva propuesta gastronómica dirigida por la chef ejecutiva Beatriz Burillo. En Flamma, la brasa es la protagonista, pero lejos de quedarse en lo clásico, se reinventa con cortes madurados, marinados originales y una apuesta creciente por los vegetales.
Platos como el carpaccio de aguacate con tartar de atún rojo y katsoubushi, el ajoblanco de melón con helado silvestre y virutas de jamón o el arroz de pato confitado con foie fresco y tirabeques son solo un adelanto. La parrilla brilla con grandes piezas como el T-bone de Galicia, el chuletón danés o pescados como bogavante, rape y corvina.

Pura: frescor junto al agua
Si Flamma encarna el fuego, Pura es pura agua. Su carta está pensada para acompañar los días largos de piscina con platos frescos y saludables: ensalada de sandía con anchoas, hummus de remolacha con pan libanés, gazpacho de fresas, poke bowls o woks que encajan con la idea de infinito estival. Comer en Pura es dejar que el tiempo se diluya: una sobremesa que se alarga entre charlas, cócteles y el rumor del agua.
Para quienes prefieren picar sin compromisos, Gusto completa la experiencia con tapas gourmet pensadas para compartir. Porque en INFINITUM, incluso las tapas parecen decirte que no corras, que el verano no tiene prisa.





