Imagina disfrutar de un buen bellini mientras recorres una galería de arte o saborear un negroni sin apenas levantarte del sofá. Esta idea se ha hecho realidad gracias a la visión futurista de Inés Miró-Sans, cofundadora de Casa Bonay, quien hace unos años descubrió la tendencia de los cócteles enlatados en países como Francia y Estados Unidos. Durante la pandemia, Inés y Eric Stephenson comenzaron a enlatar sus creaciones para ofrecerlas a los clientes del hotel y colocarlas en los minibares de las habitaciones. Lo que empezó como una solución práctica para los huéspedes, se convirtió en una innovadora línea de negocio.
A favor de las mezclas libres
Inés rememora los primeros pasos de este proyecto: “Literalmente, empezamos abriendo tónicas y mezclándolas en el hotel”. Esta experimentación dio lugar al desarrollo de cócteles enlatados que no solo conquistaron a los huéspedes, sino que también abrieron la puerta a una nueva forma de disfrutar la coctelería. “Hemos emprendido mucho este año”, subraya. “Y esto marca un nuevo capítulo para Casa Bonay”.
Con la incorporación de Sofía Miró-Sans como directora general, el proyecto no solo trae deliciosos cócteles, sino también un compromiso inigualable con la calidad. Como explica Sofía: “Ha sido un proceso de investigación exhaustivo para encontrar los mejores ingredientes. Sin exagerar, hemos probado 15 tipos de limas, 10 de limones, 10 de coco… incluso hemos creado hasta quince versiones diferentes de un mismo cóctel. Lo que ponemos dentro de cada lata es de la más alta calidad. Si no lo fuera, simplemente no lo haríamos”.
“Lo que ponemos dentro de cada lata es de la más alta calidad. Si no lo fuera, simplemente no lo haríamos”, explica Sofía Miró-Sans
Ingredientes con historia
Libertine Blends revoluciona nuestra percepción de los cócteles al unir la artesanía de alta calidad con la conveniencia de las bebidas listas para disfrutar. Utilizando licores como el ron Plantation 3 Stars y destilados de producción limitada de Madrid, cada sabor, bíter e infusión es 100% natural, elaborado con ingredientes seleccionados para garantizar un sabor auténtico sin aditivos artificiales. Además, cada cóctel viene en una elegante lata de aluminio reciclable diseñada por el estudio Apartamento.
Encontraréis cinco versiones de cócteles clásicos con un toque contemporáneo, incluyendo una opción sin alcohol. Entre ellos se encuentran el reinventado Bellini, Mule y Piña Colada (¡un claro ganador!), junto con un Gin Basil Smash con yuzu, bergamota y pomelo. La versión sin alcohol fusiona pera, cardamomo, almendra, flor de naranjo y limón siciliano, ofreciendo una alternativa sofisticada a los refrescos procesados. Como apunta Miró-Sans: “hay que seguir de cerca la tendencia de los cócteles sin alcohol“.
Libertine Blends también ofrece dos opciones en botellas: el Cedar Negroni, elaborado con ginebra artesanal, bíteres de cacao y un vermut del norte de Italia; y el Gentian Aperitivo sin alcohol, que combina ciruela e hibisco con raíz de genciana y ajenjo. La idea es que no se note la diferencia entre el contenido de la lata y una bebida preparada en un bar. “Siempre pensamos a largo plazo. Al igual que con el café, la cerveza o el vino, creemos que el futuro de la coctelería puede ser así”, concluye Inés Miró-Sans.