El crecimiento de Monster Sushi es imparable. La cadena acaba de abrir su tercer local en la calle Aribau, sumando un total de siete en toda la península bajo el paraguas de The Umai Group. El nuevo local encarna como ningún otro el espíritu de izakaya moderna y está repleto de carteles y posters japoneses, imágenes de fotomatones, menús de restaurantes lejanos y dragones ilustrados. Además, el nuevo restaurante cuenta con una terraza y una zona clandestina para eventos privados, en la que encontramos una luz de neón que resume a la perfección la filosofía de la marca: No sushi no life.
Más allá de Japón, la minuta ideada por Fabiola Lairet también ofrece una mirada fresca sobre la cocina peruana, con elaboraciones tan nikkei como el ceviche de corvina con cilantro o el roll antichuchuero de langostino en tempura cubierto de pez mantequilla y salsa anticucho, que también nos recuerda al estilo venezolano de sushi. Japón, por su lado, se expresa con recetas como el okonomiyaki de cerdo al estilo de Osaka o las tiras de pollo rebozado torikatsu, un plato que también es muy popular en Hawái. El punto en común entre ambos mundos lo encontramos en la apuesta por un producto de alta calidad.
Niguiris y rolls del mundo
La locura roll también contempla especialidades como el Bad Boy de solomillo de ternera salteado, shiitake, aguacate y cebollitas caramelizadas o el Tuna Shut con queso crema cubierto de atún marinado. Algunos de los más exitosos de la minuta, no obstante, incluyen El Negrito con tartar de atún y el Unicornio con langostino en tempura. Para los amantes del sol naciente, también hay niguiris y makis de atún, anguila, gamba y dorada, así como algunas propuestas de fusión como el niguiri de atún y foie caramelizado (este hay que pedirlo) o el de pez mantequilla y trufa.
Para maridar, lo mejor es dejarse llevar por unos cócteles que, como el pisco de maracuyá y el sake mojito, equilibran ingredientes de diversos continentes. Es obligatorio dejar espacio para los postres artesanos, y es que en Monster Sushi dominan como nadie el arte del dulce. Encontraréis pasteles de queso al estilo de Nueva York, tartas de limón y zanahoria y también una contundente tarta de chocolate con la que haréis las paces, irremediablemente, con el mundo.