En la calle Caspe se esconde un pequeño templo de aires escoceses con más de 1.300 botellas de whisky de alta calidad. El escocés Kris Cowan y los argentinos Ezequiel Meta y Ezequiel Riesgo han creado un espacio mágico en el que los visitantes pueden descubrir, saborear y comparar las mejores referencias del mundo de esta ‘agua de vida’. Aquí se viene a jugar y con la mente abierta; sólo así podréis sacar todo el provecho de una whiskería que ya empieza a ser una referencia estatal.
Entre los whiskies únicos que os descubrirán, destacan opciones como el Glenmorangie The Quinta Ruban, el Laphroaig 17 Yo S.V. 1996, el Springbank 27 Yo Spheric Spirits o el Bruichladdich Black Art 6 (¡240 euros!). Variedades únicas que se pueden degustar en la barra más larga de la ciudad o en las sillas rodeadas de mobiliario del siglo XVIII y XIX recuperado de anticuarios catalanes. Ociones perfectas para maridar con algún plato de la carta, entre ellos, clásicos norteños como el derby dog o las chips & gravy.
Catas con Glenmorangie y noches de Halloween
Para los gastrónomos, La Whiskería también organiza catas con chocolate y whisky de primer nivel, por ejemplo, con marcas como Glenmorangie. Ezequiel Riesgo es un maestro de ceremonias sin igual que os explicará los secretos del maridaje -por semejanza o por contraste- y también las curiosidades de las marcas por las que apuesta. En este caso, la de un whisky single malt con más de 175 años de historia cuyo nombre en gaélico no significa ‘naranja’, como piensa mucha gente, sino ‘valle tranquilo’.
Entre los whiskys de Glenmorangie destacan The Original (cremoso, con vainilla y toques cítricos), The Lasanta (madurado en barricas de bourbon y jerez durante 12 años) y The Quinta Ruban (con toques a chocolate, menta y naranja), que son toda una oda a la creatividad y al sabor. Como curiosidad, se elaboran en alambiques tan altos como jirafas, dejando más espacio a sabor y aroma, y ese es el motivo por el que este animal está tan asociado a la marca.
Estad atentos a la web de La Whiskería para saber cuándo será la próxima cata. De momento, en octubre tienen previsto un maridaje de whisky con asado argentino y una gran celebración para Halloween. El 31 de octubre, el bar se llenará de rock y jazz, telas de araña y calabazas iluminadas para celebrar una velada terrorífica. De 20 a 23h, repartirán un flying bufé con clásicos de la gastronomía escocesa, habrá un espectáculo de burlesque y podréis hablar con una misteriosa tarotista que os leerá un futuro que, esperemos, esté repleto de experiencias con buen whisky. El ponche caliente aderezado con manzana y nuez, por su parte, pondrá el toque final de la velada.