Ya lo decía Hemingway: “Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquirí en El Floridita”. El escritor, que pasó muchos años en Cuba, destacaba estos dos bares que, a día de hoy, siguen ocupando un lugar central en la historia de la coctelería. Atención al sincronismo: el nombre de La Floridita se lo puso Narcís Sala Perera, directivo del Centro Catalán de La Havana y primo hermano de Miguel Boadas. Es por eso que Boadas empezó a trabajar como barman en este local, en el que conoció una mixología que cambiaría para siempre la coctelería catalana (quién sabe si, justamente por eso, Barcelona es hoy la gran Capital del Cóctel).
Y es que estos inicios tropicales influyeron de manera decisiva en la creación de Boadas, que abrió en la calle Tallers nº 1 en 1933 y se ha convertido, con 90 años, en la coctelería más antigua de Barcelona y la segunda más longeva de España. Con los años, Miguel pasó el timón a su hija Maria Dolors y a su yerno, Josep Lluís, quienes combinaron sus cóteles clásicos con creaciones en honor a Sofía Loren, Joan Miró o Frankenstein. Desde hace pocos meses, Marc Álvarez y Simone Caporale, creadores de SIPS, el tercer mejor bar del mundo según The World’s 50 Best Bars, se han hecho cargo de un Boadas que está en plena celebración.
Respetar a un mito
“Mantener, preservar y respetar”. Este es el lema con el que Caporale y Álvarez, junto al bartender Jerónimo Vaquero, inician un año que va a estar repleto de celebraciones que conmemoran el 90 aniversario del bar. El mítico Via Veneto fue el restaurante elegido para presentar las novedades que nos esperan durante los próximos meses. Como explicó Álvarez durante la presentación: “Hay cierta conexión entre Boadas y Via Veneto porque Maria Dolors era una gran clienta de la casa. Y, puestos a salir de Tallers, lo ideal era volver aquí”. El reconocido mixólogo también explicó que, de joven, le daba vergüenza entrar en el mítico bar: “La tercera vez que entré, con veinte años, me senté junto a Joan Manel Serrat, y fue lo más cercano que había estado jamás de un famoso”, recuerda con admiración.
Por su parte, Caporale añadió que su primera a visita fue como turista hace doce años, momento en que se dio cuenta de que era “un bar muy pequeñito e incómodo, pero muy humano”. También recuerda el pin y los posavasos que se llevó como recuerdo y que, precisamente, juegan un papel importante en la celebración de los 90 años. Y es que el ilustrador Xavier Domenech ha ideado tres posavasos -en los que aparecen Maria Dolors, Miguel y la coctelera clásica del local- y también una litografía que ilustra el Boadas de 2023. “Para algunos es solo un trozo de papel”, continúa el mixólogo. “Para mí, es un recuerdo que está presente en muchas casas del mundo”.
Otra parte importante de la celebración vendrá con los guest bartendings internacionales. Como explicó Caporale: “Queremos compartir Boadas con otros compañeros de bares históricos de todo el mundo, así que, durante estos meses, invitaremos a algunos de ellos. Tendremos cócteles increíbles de bares increíbles”. En primavera de 2024, además, llevarán su icónica coctelería a la terraza del hotel Duquesa de Cardona.
¡Larga vida a Boadas, a La Floridita y a las naranjas de Via Veneto!