
Miguel Angel Palau, es el alqimista y alma del pequeño local situado frente a la Iglesia de Santa María del Mar ofrecen tapas tradicionales, y no tanto, de primera calidad, cócteles clásicos con mucha personalidad y unos postres que quitan el sentido. Es pequeño pero muy acogedor, cuenta con un equipo humano de contrastada valía y unos precios realmente adecuados.
De la familia de la conocida pastelería Bubó, llega esta nueva propuesta de pequeño y coqueto gastro bar con una situación excepcional en el corazón del Born. Bubó Tapes Bar, con su elegante interiorismo contemporáneo, ofrece una propuesta que se diversifica en tres tentadores frentes: tapas y platillos, cócteles y combinados y alta repostería.
Un local ideal para gente con inquietudes gastronómicas donde podrán degustar desde desayunos con cuchara, un buen gin tonic con su tentadora repostería o paladear sus sabrosas tapas. Todo ello garantizado por un equipo humano de primera que despliega buenas dosis de buen rollo procurando crear siempre un ambiente acogedor y próximo al cliente. La simpatía y la calidad son su filosofía de vida.
Sus tapas y platillos caseros son elaborados con gran esmero y con producto de mercado, siempre al hilo de la temporada y tienen detrás a una gran chef y consultora como Anna O Flynn, cuidando todos los detalles. Su trayectoria la ha llevado por varios países incluyendo un stage en Fäviken, el famoso restaurante de Magnus Nilsson. Sus creaciones son tapas clásicas o de creación, de preparación aparentemente sencilla pero donde se mima el producto de proximidad , y se busca la mejor presentación.
Entre sus platos destacan el trío de patés de verduras, la ensalada de espelta con pimiento de Piquillo, la tostada de caballa ahumada, los boniatos bravos, la berenjena con queso feta, tahini y piñones, las croquetas de pollo rustido, el steak tartar de ternera Km 0, el vitello tonnatto, la vieira con jamón en salsa Teriyaki, el pulpo con mojo picón o el secreto ibérico con membrillo. También conviene probar sus quesos del país, algunos con premios relevantes.
Al mando de la sala y en la elaboración de los cócteles hay otro nombre de peso en la escena hostelera de la ciudad como el de Miguel Angel Palau . De personalidad carismática y también viajera ha trabajado en varios países y en famosas coctelerías de Barcelona como 41 Grados o Ocaña. La carta de bebidas de Bubó Tapes Bar, además de contar con una buena oferta de vinos catalanes y cervezas, destaca por sus cócteles: toda una serie de recetas clásicas para todos los gustos, preparados con esmero.
Algunos están pensados para el aperitivo, para acompañar el tapeo, otros como digestivos y otros son ideales para maridar con los postres de la casa . Mención especial al vermut preparado en la casa con infusión de hierbas mediterráneas, o el limoncello casero.
Finalmente destaca también en la oferta de esta casa su formidable carta de postres, avalada por la casa Bubó y diversos premios internacionales. Una amplia variedad de postres individuales que hacen muy difícil su elección y ponen fin en lo más alto a una experiencia gastronómica espectacular y a un precio inaudito.
En definitiva, Bubó Tapes Bar es un local pequeño en tamaño pero muy grande en sus prestaciones. Un espacio lleno de encanto en el que se pueden degustar a cualquier hora ( gracias a su extenso horario) productos de gran calidad con precios honestos. Un lugar en el que mezclarse con sus habituales, mayoritariamente barceloneses de cuna o de adopción, resulta siempre una experiencia que invita a repetir.
