“El Born ha sido, en los últimos años, la barriga de Barcelona”. Con estas palabras, Iñaki López de Viñaspre, chef y fundador de SAGARDI y presidente de la Asociación Barcelona Born Gourmet, daba por inaugurado el nuevo sello de calidad Born Districte Gastronòmic, ideado conjuntamente con Born Comerç, que quiere rendir homenaje a la creatividad y al espíritu mediterráneo del barrio. “También queremos romper estereotipos. La gente de Barcelona a veces no baja al centro porque cree que está lleno de guiris. Es mentira. Este es un espacio para todos. Y nuestra vocación es volver a hacer nuestro el Born”.
El creador de conceptos como Sagàs Pagesos i Cuiners y Cadaqués también quiso añadir que “el Born es un espacio único en el mundo desde el punto de vista gastronómico, que mantiene la peculiaridad de su patrimonio”. Viñaspre se reunió en el escenario con figuras clave de la restauración del barrio, entre ellas, Eva Vila (Vila Viniteca), Rafa Zafra (Estimar), Jon García (Jon Cake), José Varela (Bodega La Puntual) y Lito Baldovinos (Grupo Confiteria). La identidad visual de Born Districte Gastronòmic, además, es el resultado de la colaboración de destacados artistas gráficos: Andreu Buenafuente, Javier Mariscal, Mikel Urmeneta y Fernando Rapa Carballo.
El Born es mucho Born
Desde la legendaria Confraria de Pescadors de Barcelona hasta los puestos del Mercat de Santa Caterina, el Born ha liderado durante muchos años una manera única de entender la gastronomía -¡En el barrio incluso se torrefacta café!-. Esto se refleja en la alta cocina de Rafa Zafra en Estimar, así como en la cocina tradicional vasca presentada por los hermanos Viñaspre en Sagardi y en la excelencia culinaria de 7 Portes. Con innovadores como Fran Heras en Llamber y Dani Rueda en Tapeo Born, el talento internacional de Hideki Matsuhisa en Ikoya Izakaya, y Joan Bagur liderando la cocina de Oaxaca, además de expertos gourmet como Quim y Eva Vila, y la coctelería creativa de Paradiso o Dr. Stravinsky, cada rincón se convierte en una aventura gastronómica única.
Como apuntó Viñaspre durante la presentación: “Cuando hablamos de patrimonio, no sólo nos referimos a la arquitectura sino, también, al patrimonio humano, a toda la gente que estamos aquí currando y creando cada día, aguantando esta locura y poniendo nuestro mostrador, nuestro restaurante o nuestra mesa con cariño y amor”. Y aquí el concepto de amor es crucial: ya va siendo hora de que todos los barceloneses nos reenamorenos de nuevo de nuestra Ciutat Vella.