Entrar a La Dama es como desvelar un secreto misterioso. Desde la portería, acompañamos al amo de llaves, quien nos guía hasta la primera planta de la imponente y gaudiniana Casa Sayrach, abriendo la puerta del principal como quien antaño abría la puerta de un speakeasy. Fundado originalmente en 1984, no es de extrañar que el local siempre haya dado la bienvenida a la clientela más sofisticada de Barcelona. Pero hoy no la visitamos para tomar un cóctel o tener una reunión de negocios, sino para descubrir qué preparan para el menú de mediodía. Si nunca habéis visitado el restaurante, esta es una manera inmejorable de descubrirlo por primera vez y quedar prendado para siempre.
Una fórmula de inspiración italiana
La fórmula mediodía ofrece dos platos por 21€ y tres platos por 26€, incluyendo agua y pan. Las elaboraciones cambian regularmente, pero siempre mantienen una misma filosofía: recetas reconocibles con un pequeño giro de guion. Por ejemplo, el crumble de aceitunas negras que sirve como base de la stracciatella pugliese o el melocotón que inspira un gazpacho con almendras. Que sea mediodía no implica que se deje de innovar.
Como plato principal, siempre podréis confiar en la calidad de la pasta, como los rigatoni all’puttanesca con salsa de tomate de la casa, anchoas, alcaparras y aceitunas; o el cacio e pepe con un refrescante toque de naranja, que además podréis compartir con vuestros acompañantes para probar más cosas. También hay pescado como el bacalao o la caballa con confit de tomate, y carnes como el coquelet de pollo con limón quemado y confit de ajo.
Y ya lo dice una de las minutas: “Guarda siempre lo mejor para el final…”. Y lo mejor, en este caso, son el helado artesano, la ensalada de frutas o el mousse de chocolate con leche con papouasie (cobertura de chocolate de Papúa) y toffe de caramelo salado. Antes de iros, fijaos en las paredes, adornadas con obras de arte de Alexander Calder, Donald Sultan, Sonia Delaunay y Giuseppe Capogrossi, resultado de la colaboración con la Galería Guntrian.