Al despuntar el día, el sol se cuela entre los robustos viñedos que rodean una estilosa masía en el Priorat. Lo que antes fue hogar de una familia catalana dedicada a la vendimia circular, hoy se ha transformado en el imponente Gran Hotel Mas d’en Bruno. Más que conservar sus muros centenarios, este establecimiento ha adoptado la filosofía local, evidente en sus restaurantes que emplean ingredientes autóctonos, tratamientos revitalizantes con uvas y un ambiente de serenidad que solo el entorno natural puede ofrecer.
Este hotel boutique de The Stein Group ofrece 24 suites distribuidas entre la masía original de 1797 y un moderno edificio anexo. Parte de Relais & Châteaux y recientemente reconocido como uno de los 100 mejores hoteles nuevos del mundo en 2024 por Travel and Leisure, ha sido diseñado por C97 Arquitectes i Associats y Astet Studio, quienes han integrado con maestría el legado histórico con elementos contemporáneos. El hotel sorprende a los visitantes con impresionantes obras de arte que adornan sus espacios, mientras que su destacada bodega y sala de catas capturan la esencia única del lugar.
Alta cocina y entorno
Ubicado en el edificio principal de la masia, el restaurante Vinum, bajo la dirección del chef Josep Queralt (Les Moles, Azurmendi, El Celler de Can Roca), ofrece tres exquisitos menús degustación y una selección de platos a la carta. Productos locales como el atún rojo Balfegó, el aceite de oliva virgen extra D.O.P. Siurana y el requesón de Bellmunt del Priorat son protagonistas del menú.
Además, se recuperan recetas tradicionales como el escabeche, que está ganando popularidad, y el cim i tomba. El pimiento rojo se confita con vermut tinto del Priorat y los jugos del pichón se terminan con chocolate de Poboleda. La innovación culinaria se destaca con sabores como el romesco de cacao y la vinagreta de avellanas de Reus. Todo, con vistas panorámicas de los viñedos y las majestuosas montañas del Priorat.
El restaurante Tarraco, situado junto a la piscina, es el lugar perfecto para disfrutar de platos frescos y sabrosos, como la berenjena asada a la llama con queso feta, el ceviche de corvina salvaje, la sopa de tomate o la sandía con langostinos al vapor, también a cargo de Queralt. Además, destacan ingredientes de alta calidad como la carne de Angus nacional y la miel del Priorat.
La comida más importante del día
Al despertar, os encontraréis con una mesa abundante, decorada con croissants de mantequilla, napolitanas de chocolate y tartas frescas que varían día a día. Además, los panes artesanales de semillas y rústicos invitan a ser untados con mantequilla y mermeladas caseras. Por otro lado, las frutas de temporada, el yogur natural con crujientes cereales, los frutos rojos y la chía que aportan un toque refrescante.
Los embutidos locales como el fuet, la secallona y el delicioso jamón cocido se sirven con el indispensable pan de payés y tomate rallado. Asimismo, los amantes de los huevos disfrutarán de múltiples opciones: fritos, a baja temperatura, en tortilla francesa, una versión con cebolla caramelizada y queso de cabra, además de revueltos con un toque de beicon.
Catas, pícnics y masajes relajantes
Las experiencias del hotel incluyen sesiones de yoga y observaciones astronómicas, pero también muchos encuentros foodies. Por ejemplo, destaca la cata de vinos y una masterclass dirigida por un enólogo o la cata de aceites de oliva prensados en frío del Priorat. También se ofrece un picnic en medio de las colinas cubiertas de viñedos, acompañado de una tabla de quesos y embutidos, pan y mermeladas caseras, todo maridado con una botella de vino de la región.
Otro espacio a destacar es el spa, diseñado en torno a elementos arqueológicos históricos como una prensa de aceite centenaria, que cuenta con una piscina de agua climatizada, jacuzzi, hammam y sauna. Entre los tratamientos se encuentra el Masaje Mas d’en Bruno, que utiliza aceite caliente de semilla de uva y aceites esenciales naturales. Además, el Excellent Body combina masaje y exfoliación con semilla de uva para nutrir y renovar la piel. Utilizan productos naturales, locales y ecológicos de Foosh Beauty.
El hotel también cuenta con una piscina infinity rodeada de cabañas y un jacuzzi al aire libre, creando un espacio perfecto para desconectar del estrés diario. Además, hay una tienda boutique que ofrece artículos exclusivos, como el aceite de Priordei, los amenities de Eight&Bob (cuya historia se vincula con Bobby Kennedy) y libros como Un viaje por el mundo del vino de Christopher Cannan.
Nos quedamos no obstante, con el subtíulo del libro Ethos Priorat de Elizabeth Hecker: Escucha, el vino está hablando. Y es que Mas d’en Bruno también nos habla, o más bien nos susurra, sobre los encantos enogastronómicos del Priorat.