Viajar siempre enriquece. Permite abrir la mente, conocer gente nueva, desmontar tópicos y degustar nuevos sabores. Muchos chefs saben que viajar es clave en su formación y por eso deciden coger sus chaquetillas y lanzarse a sumar nuevas experiencias.
Es el caso de Oscar Ballesteros, que se encuentra en Australia donde ha trabajo en Distric Braserie con Mark Knox y en Barzaari con Darryl Martin. Australia es un destino que recibe en la actualidad a muchos cocineros procedentes de Europa que buscan ampliar sus conocimientos y descubrir el producto local. Australia se encuentra en plena
revolución gastronómica a nivel mundial y destaca por la riqueza en productos propios y en exportación de productos asiáticos por su proximidad con China, Japón y Singapur. Un imán para los chefs con ganas de fusionar y aprender de la Modern Australian Cuisine con sus platos eclécticos y cargados de contrastes que van más allá de las hamburguesas
y del fish and chips. Según Oscar Ballesteros: «La cocina australiana tendrá nombre propio y sin duda la parte más interesante es la relacionada con la fusión, el producto y los toques asiáticos».
Los restaurantes australianos están valorados en hats (sombreros) y su escala va desde el uno hasta el tres. Los hats no equivalen a las estrellas Michelin, pero los restaurantes con tres hats son reconocidos por su alto prestigio. Oscar Ballesteros se plantea seguir descubriendo las propuestas gastronómicas más típicas de Australia a nivel local y también aprender los nuevos modelos de negocio. El chef español explica que: «Quiero ver cómo trabajan y conocer los productos. Hay mucho por aprender y por aportar también. En un futuro próximo el objetivo es abrir un restaurante propio y poder acabar desarrollándome como cocinero».
¡Mucha suerte, Oscar!