Adrián Bosch y Eduardo Domínguez, tándem culinario del restaurante tinerfeño San-Hô, reafirmaron la solidez de su “cocina viajera” al obtener la estrella Michelin en 2022. Hace unos meses, los dos cocineros separaron sus caminos tras varios años de compartir fogones. Adrián continúa al frente del restaurante que les dio el brillo y Eduardo estrenará un proyecto muy personal en breve.
Cuando, hace cuatro años, Adrián Bosch y Eduardo Domínguez (Mejores cocineros de Canarias 2012 y 2016, respectivamente) ficharon para el nuevo proyecto del Royal Hideaway Corales Resort, se sorprendieron cuando la propiedad les propuso hacer una carta nikkei. “No teníamos ni idea de ese tipo de cocina”, confiesa Adrián. Averiguaron cuál era el mejor chef especializado en el recetario japoperuano y lo invitaron durante algo más de un mes para que formara al equipo. El comensal pareció aceptar la propuesta, pero el tándem culinario no se sentía demasiado cómodo con un camino que no les identificaba. Tras varias reuniones e insistir, la propiedad, finalmente, cedió para que fueran introduciendo platos más acordes con la idea que tenían. “Fue algo paulatino, no un cambio radical”, afirma Bosch. Aún así, todavía era un proyecto que despertaba ciertas reticencias hasta que el restaurante ganó la estrella en 2022. “Fue la constatación de que íbamos por el buen camino y de que estábamos en lo cierto al perseverar con nuestra idea”, comenta Adrián.
La cocina de San-Hô se nutre del producto canario: marisco de Buenavista y La Santa, verduras y frutas de la finca ecológica La Calabacera, plantas autóctonas, pescados locales… pero tratados con técnicas que hablan de otras latitudes. El resultado es una propuesta amable con la digestión, creativa, sabrosa y que el cocinero define como “viajera y multicultural”. El cliente puede escoger entre dos menús degustación, San-Hô y Esencia, o pedir a carta. Solo se sirven cenas de jueves a lunes; martes y miércoles permanece cerrado.
La carta de vinos está a cargo de Daniel Rozada e incluye una selección de interesantes vinos canarios de pequeños productores.
Nuevos caminos para seguir creciendo
Hace un año, Eduardo Domínguez tomó la decisión de dejar el delantal del San-Hô para enfrentarse a nuevos retos. El Hotel Royal Hideaway Corales está construyendo un nuevo hotel centrado en el bienestar, cerca del Resort de Tenerife, y lo ha fichado para su nuevo restaurante gastronómico que se llamará Cráter.
Domínguez es un cocinero al que le gusta investigar, explorar técnicas, y el proyecto está hecho a su medida. “Será una cocina que irá saltando de isla en isla, con el foco puesto en el producto autóctono y local, pero de cada zona”, explican desde el hotel.
Las obras ya han comenzado y están bastante avanzadas, con lo que se espera que estén listas para finales de este año.
Apuesta por la gastronomía como hecho diferencial
El hotel Royal Hideaways Corales Resort se sumó, desde sus inicios, a la labor que empezó en su día The Ritz-Carlton Abama en Tenerife al apostar por la gastronomía de nivel como uno de sus valores diferenciales.
Actualmente, además de San-Hô, el complejo incluye El Rincón de Juan Carlos (con dos estrellas Michelin), Il Bocconcino (con mención en la guía roja), Starfish (centrado en los pescados y mariscos locales y con una creciente apuesta por la sostenibilidad) y la Trattoria (un italiano informal). También incluye una heladería a cargo de Nikki Pavanelli, el chef de Il Bocconcino, y dos espacios Nao y Oliva. En estos dos últimos se sirve el, considerado por Madrid Fusión, mejor desayuno de hotel de España.
Otra de sus apuestas por la gastronomía es el programa de Chefs Inspiracionales, puesto en marcha en 2018. “El hotel se transforma temporalmente en un HUB gastronómico donde chefs y equipos de renombre internacional comparten ideas, recetas, productos, territorios y cultura gastronómica con nuestros chefs locales. Es un programa de visitas a agricultores, enólogos, artesanos y pescadores de las Islas Canarias, los chefs invitados se sumergen durante unos días en el ecosistema que rodea al hotel. Tras estas jornadas de descubrimiento han creado la serie de cenas gastronómicas únicas e irrepetibles, diseñadas en perfecta armonía creativa con nuestros chefs y nuestro entorno”, afirman desde el hotel.
Este año, la cuarta edición de las Culinary Sessions, las cenas exclusivas a cuatro manos que forman parte del programa, tuvieron como invitado a James Knappet, de Kitchen Table (dos estrellas Michelin en Londres). El inglés viajó desde tierras británicas para compartir fogones y servicio con Adrián Bosch, del restaurante San-Hô, las noches del 6 y 7 de octubre.