Casa Amàlia, justo al lado del Mercado de la Concepción de Barcelona, abrió sus puertas hace cinco años gracias a Jordi Castán, Antonio Salguero y Sergi Suaña. De sus antiguos propietarios heredaron el nombre y esa esencia de casa de comidas que tan popular lo hizo en el barrio, aunque ellos han añadido su sello. Un lustro después, apuestan por abrir un segundo Casa Amàlia. Esta vez en el Maremagnum.
Si uno reside en Barcelona, conoce de sobra la fama que tuvo en su día la zona del Maremagnum. Afortunadamente, esa fama quedó atrás y desde hace años, vive una segunda juventud gracias al dinamismo del comercio, la oferta cultural y de ocio. Una prueba de ello es la decisión de ubicar el Time Out Market (un proyecto que reúne a algunos de los mejores chefs de la ciudad) en la segunda planta del Centro Comercial del Maremagnun. Esta iniciativa busca acercar una oferta gastronómica de calidad al ciudadano y ya de paso rompe con el tópico de la oferta culinaria enfocada al turismo de chancleta de la zona.
Casa Amàlia Port Vell abrió sus puertas, justo en este escenario, el pasado verano y pretende ofrecer esos platos de casa de comidas, revisionados por su ubicación próxima al mar. Algunos de los clásicos del restaurante madre los encontramos aquí como el rape a la brasa, el carpaccio de carabinero o el bacalao confitado, pero acompañados, entre otros, de varios tipos de arroces. “Nos sentimos muy felices por esta apertura”, asegura Suaña, “siempre habíamos soñado con una versión más marinera de Casa Amàlia”. Y añade Salguero: “el producto y el recetario de base marinero es uno de los puntales de nuestra tradición, en la cual siempre nos hemos inspirado”.
En la apertura se ha involucrado todo el equipo de cocina y sala, todos ellos en Casa Amàlia desde hace años. “El servicio y la atención en sala es puntal para nosotros”, explica Castán, “la mimamos con el mismo celo que ponemos en la ejecución de los platos que salen de cocina y nos sentimos muy orgullosos del equipo humano, casi una familia, que defiende Casa Amàlia a diario”.
Uno de los aspectos que destaca de esta nueva sede son las vistas. Tanto sala como terraza se abren al puerto, con lo que el comensal disfruta desde su mesa de la mirada al mar.
En cuanto a la carta de vinos, destacan que buscan referencias de denominaciones de origen nacionales y proyectos vitivinícolas con personalidad.