Presentamos la propuesta de un nuevo ritual cultural para una generación que busca experiencias con relato: un maridaje donde tres burgers gourmet se leen a través de tres obras clásicas interpretadas por el Dúo Elafris.

En las Cavas Freixenet, Sant Sadurní d’Anoia, el cava encuentra un lenguaje inesperado: la música clásica. Bajo la luz tenue del recinto centenario, la soprano Lily Holzman y la guitarrista Legna Tabares, el Dúo Elafris, convierten una cena en un ejercicio sensorial donde territorio, tradición y estética contemporánea se funden en un mismo relato.

La propuesta reinterpreta el maridaje desde una perspectiva cultural: no solo combina sabores y burbujas, sino que invita a escuchar lo que se come y a saborear lo que suena. Como explica Rai Recoder, Director General de Deleito, “celebrar es un acto de creación… no se trata solo de acompañar una copa de cava, sino de narrar lo que significa compartir desde la emoción, la estética y el asombro”.

Elafris: luz, tradición y sensibilidad contemporánea

El Conservatorio del Liceu de Barcelona fue el punto donde nació Elafris, el dúo formado por la soprano Lily Holzman y la guitarrista Legna Tabares. Su nombre, que en griego significa luz, condensa la esencia de su propuesta: una interpretación que proyecta claridad, sensibilidad y un profundo respeto por la tradición clásica, pero desde una mirada actual.

Legna Tabares Martín, nacida en Cuba, es una guitarrista graduada con Título de Oro por la Universidad de las Artes de La Habana. Profesora de guitarra, ukelele y piano, con una proyección sólida dentro del panorama emergente de la ciudad suma cerca de un centenar de actuaciones como solista, forma parte de la Orquesta de Guitarras de Barcelona y combina trayectoria interpretativa y experiencia pedagógica en conservatorios y escuelas de Barcelona.

A su lado, Lily Holzman, soprano lírica, aporta una voz luminosa y una madurez escénica que sorprende por su edad. Licenciada en ópera, ha participado en festivales como Brescia, donde ganó, es finalista del Concurso de Ópera de Mozart en Viena, y ha obtenido el primer premio del IMKA Music Competition.

Su repertorio, que abarca a Händel, Schubert, Morera o Villa-Lobos, combina escenas operísticas, piezas de cámara y canciones de distintas épocas. En los últimos años, el dúo se ha especializado en integrar la música en experiencias inmersivas donde el sonido se convierte en parte activa del relato sensorial.

Mesa y espacio de Cavas Freixenet en Opera Night Deleito x Freixenet

Barcelona: una ciudad donde las marcas actúan como mecenas culturales

El dúo forma parte de una escena emergente vibrante pero poco visibilizada. Cada año, el Conservatorio del Liceu gradúa cerca de un centenar de músicos de clásica y contemporánea, pero solo una minoría consigue vivir profesionalmente de la música en Cataluña. La mayoría combina docencia, proyectos puntuales y colaboraciones esporádicas. Por eso, en Barcelona, una ciudad donde la cultura convive con la creatividad digital, las marcas y la gastronomía, está surgiendo una tendencia: empresas locales que actúan como mecenas culturales de nueva generación.

En este mismo contexto se entiende el papel de Deleito: una marca gastronómica que se ha vinculado a artistas emergentes de la nueva ola catalana como The Tyets, Mushkaa o Figa Flawas y que viene utilizando su estética y su comunidad para amplificar voces jóvenes. No como patrocinio tradicional, sino como parte de una cultura compartida entre gastronomía, música y comunidad digital. Esa sensibilidad cultural, explica su interés por proyectos como Elafris: artistas que representan la mezcla contemporánea de formación clásica, estética actual y narrativa emocional.

La noche en Freixenet es precisamente eso: una actuación que no acompañaba el menú, sino que lo interpretaba. Cada obra ha sido escogida a partir de los sabores de las tres burgers diseñadas por Deleito, creando un puente entre gastronomía, emoción y narrativa musical. 

Tres platos, tres obras: cuando la música lee el sabor

La cena se estructura como un recorrido multisensorial: cada creación gastronómica encuentra su eco en una pieza clásica seleccionada por Elafris. La sala, silenciosa, se convierte durante unos minutos en un escenario íntimo donde cada nota guía la percepción del plato.

1. Pollo Caprese + “L’abril”, de Enric Morera

Ligera, fresca y luminosa, esta burger despierta en el dúo la sensación de un inicio de temporada. “L’abril”, una pieza catalana que evoca la llegada de la primavera, refuerza ese carácter fresco y vital.

2. Trufa + “Ständchen”, de Franz Schubert

En contraste, la burger trufada, intensa, elegante y con un punto dramático, encuentra su reflejo en la célebre serenata de Schubert. Una obra que, como el plato, transita entre la melancolía y la esperanza, entre lo clásico y lo emocional.

3. Tartar + “Bachianas Brasileiras Nº5”, de Villa-Lobos

La propuesta más singular de la noche se une a una de las piezas más icónicas del repertorio del dúo. Elegancia, misterio y un toque inesperado aparecen tanto en la obra, con su célebre vocalización a boca cerrada, como en el plato, de inspiración tartar.

Territorio, patrimonio y nueva generación: un maridaje cultural

La alianza entre Freixenet y Deleito se lee como un gesto cultural. En Sant Sadurní, donde el cava forma parte del paisaje emocional y económico de la comarca, la experiencia propone un diálogo entre patrimonio y contemporaneidad.

Rai Recorder, Director General de Deleito, junto a Maria Chiara Marchetti, Directora de Marketing España del Grupo Freixenet

Freixenet aporta la tradición centenaria, la estética cuidada y un cava capaz de viajar entre estilos. Como recuerda Maria Chiara Marchetti, Directora de Marketing España del Grupo Freixenet: “la verdadera innovación está en diseñar experiencias que sintamos como irrepetibles. Que dejen huella”.

Deleito, en cambio, introduce el lenguaje emocional y narrativo con el que ha conectado con una audiencia joven y urbana. Su crecimiento, seis locales en tres años y una comunidad digital que supera los 36.000 seguidores, refleja cómo una gastronomía basada en la emoción puede convertirse en un nuevo código cultural.

El resultado es una síntesis generacional: la elegancia histórica del cava reinterpretada desde la sensibilidad creativa de la Gen Z, que busca experiencias que no solo se consumen, sino que se viven y se cuentan. Un cruce entre el heritage mediterráneo y la espontaneidad estética de una generación que celebra desde la autenticidad y el relato.

Una nueva forma de celebrar: cuando la experiencia se convierte en relato

Más allá del menú y la música, la velada consolida una tendencia creciente en Cataluña: experiencias gastronómicas que integran arte, territorio y narrativa. En este caso, Freixenet y Deleito muestran cómo un producto patrimonial, el cava, puede dialogar con lenguajes actuales para generar nuevas formas de celebrar.

Elafris añade la capa final: una interpretación que hizo que la noche se viviera, literalmente, con el oído y con el paladar.

La noche en Freixenet no es solo una cena, sino un recordatorio de cómo la cultura puede transformar el acto de compartir en algo más profundo. Es la unión de dos marcas con lenguajes distintos que convergen en un mismo objetivo: provocar, inspirar y conectar desde lo auténtico.

Porque cuando un territorio se escucha, en una guitarra, en una voz, en una copa… también se comprende mejor. Y quizás ese sea el verdadero arte de celebrar hoy: convertir cada experiencia en una historia que nos conecta con lo que somos.